Por Benito Hernando
'La primera opinión que se tiene del juicio de un príncipe, se funda en los hombres que lo rodean'. Razón tenía Nicolás Maquiavelo en el año 1513, sí, en pleno Renacimiento. Por eso hoy quiero extrapolar aquello a la realidad regional, personificando al 'Príncipe' en nuestra Gobernadora Andrea Macías quien tiene a su sequito vociferando que estamos mejor que antes, cuando todos sabemos y sufrimos lo contrario.
De profesión socióloga y electa hace ya casi cuatro años, pasará la historia por ser la primera mujer gobernadora de Aysén y también por su administración, un 'show montado' con poco sustento, tímido desarrollo, una ejecución presupuestaría ineficiente y dejando un legado de improductividad.
Si hablamos cómo la moral se enfrenta a la conveniencia, entendemos la primera como la regulación que los individuos se dan a sí mismos y cuando ésta se vuelve conveniencia a beneficio propio, deja de ser moral para convertirse en un antivalor. Este es el ambiente reinante en Aysén y su litoral, donde vemos una Gobernadora ideologizada a tal punto de rechazar al sector acuícola salmonero, clave también en el desarrollo del 'maritorio' de Aysén, como ella dice.
Pero la realidad es que desde el Gobierno Regional se rechazó la propuesta de Corfo para inyectar recursos a proveedores acuícolas y de acuerdo con los argumentos esgrimidos, ‘la forma en que estaba presentado el proyecto no garantizaba que los recursos fueran a los prestadores de servicios acuícolas en Aysén’. A ello sumamos que la Gobernadora Macías ha dejado plantada a la Asociación Gremial de Proveedores Acuícolas en citas solicitadas a través de la Ley del Lobby en varias oportunidades, inclusive cuando los representantes ya estaban en el edificio de Ejército 405 en Coyhaique. Por si fuera poco, la comunicación con los gerentes de las empresas salmoneras, que generan miles de empleos en la región tiene un distanciamiento total con nuestro Gobierno Regional.
Nunca aceptó conocer cómo funciona todo el proceso del salmón en sus tres etapas que se desarrollan en Aysen: Piscicultura, Centro de Engorda en Mar y Planta de Proceso ¿Por qué es importante? Bueno, la principal autoridad se niega a conocer la evolución que la industria presenta en las últimas décadas, sobre todo teniendo en cuenta que aporta más del 30% del Producto Interno Bruto regional.
Andrea Macías no tiene intensión de conectarse con el sector, quizás sus réditos políticos estén en los detractores de este ámbito productivo ¿Sabrá que la salmonicultura chilena es de clase mundial? Es una industria de exportación y lea con atención, es la segunda del país después de la minería y se rige por los más altos estándares de producción y certificaciones ambientales de sostenibilidad, que es lo que piden los exigentes mercados internacionales.
Este lunes 24 de junio El Mercurio en Línea tituló: 'Desplome del PIB en Aysén: Autoridades locales acusan "aislamiento" y comercio al "congelamiento" de la inversión', agregando que el Banco Central informó que la economía de Aysén cayó un -9,7% en el primer trimestre, siendo la única región del país en registrar un retroceso. Aplastante panorama.
En fin, entre Andrea Macías y su equipo directivo han realizado gestiones con un desapego absoluto de la realidad de la gente de Aysén y su litoral. El ambiente hoy refleja un rechazo transversal a su gestión, justificado por sus acciones, que asumo de manera inconsciente, han ahuyentado, trabado o congelado mayores niveles de inversión privada, generando riesgos para cientos de puestos laborales y frenando el desarrollo para la creación de nuevas plazas de trabajo en el 'maritorio'. No se puede dejar de mencionar que su actuar, sigo pensando que es realizado de manera inconsciente, ha dividido comunidades generando conflictos sociales absolutamente artificiales y que fue captado por miles de personas, cuando se llevó a cabo la votación de las famosas EMPCO Cisnes y Huichas.
Razón tenía Maquiavelo cuando dijo que 'la tardanza nos roba a menudo la oportunidad y roba nuestras fuerzas', como también que 'un príncipe nunca carece de razones legítimas para romper sus promesas' y 'la política no tiene relación con la moral'.