Este miércoles 18 de septiembre de 2024, monseñor Fernando Chomali G., presidió su primer Te Deum Ecuménico como arzobispo de Santiago de Chile. Esta tradicional ceremonia patria se realiza en forma ininterrumpida desde 1811 para agradecer a Dios sus innumerables dones y para orar por la Patria, sus gobernantes y por todos sus habitantes.
El Te Deum Ecuménico 2024 contó con la presencia del Presidente de la República, Gabriel Boric Font y las más altas autoridades de Gobierno.
Monseñor Fernando Chomali, en su primera homilía como arzobispo de Santiago, abordó distintos temas contingentes y de relevancia para la sociedad. Entre ellos destacó que hay que tener una mirada agradecida de la vida, “incluso en medio de la oscuridad, descubrir que siempre hay un rayo de luz, que proviene de Jesús, otorgándonos la capacidad de poder iluminar el futuro con amor, sabiduría y esperanza”, afirmó.
El arzobispo aseveró que “Chile no se está cayendo a pedazos, como algunos nos quieren hacer creer”, porque hay un pueblo con un corazón agradecido por la patria, que trabaja y busca siempre entregar lo mejor de ellos y que “frente a la adversidad brota en el pueblo de Chile un corazón agradecido por esta patria maravillosa”, expresó.
Con ello, Mons. Chomali, fue enfático en afirmar que “somos promotores de esperanza”, sin embargo, detalló que hay dolores en Chile que atentan contra la dignidad humana, enfocando su mensaje de preocupación por los jóvenes y el trabajo.
Además, ante la seguridad y la corrupción, invitó y exhortó “a que se piense en la posibilidad de un gran acuerdo nacional donde aquellos quienes tenemos responsabilidades en el país – públicas y privadas– nos escuchemos y dialoguemos”, afirmó. Y añadió que “la seguridad no es un tema meramente político, sino que es también ético, anterior a cualquier otro asunto (…) No hay desarrollo posible, ni una auténtica democracia en un país violento y con gérmenes de corrupción”, enfatizó.
Finalmente, el arzobispo de Santiago de Chile concluyó su homilía afirmando que “nunca nos olvidemos que más allá de nuestras legítimas diferencias, somos hermanos porque tenemos un mismo Padre, un Padre Nuestro, al que millones de chilenos le reza a diario”, puntualizó.
214 años de historia
En cuanto al rito, este se ha realizado por más de 200 años de manera ininterrumpida. Este 2024 contó nuevamente con la participación de los obispos Esteban Alfaro, de la Iglesia Luterana de Chile, que leyó la primera lectura; Eduardo Cid, pastor de la Iglesia Wesleyana, quien leyó el salmo y el arzobispo ortodoxo del Patriarcado de Antioquia, monseñor Sergio Abad, quien proclamó el Evangelio.
Cabe señalar que el Te Deum en la Catedral Metropolitana de Santiago se ha convertido en una importante tradición republicana, la única que data desde el inicio de la historia de la patria y que simboliza, más allá de las disposiciones institucionales, un profundo sentimiento religioso del pueblo de Chile y el compromiso de las distintas confesiones religiosas por el bienestar del país.
Es por ello que toma una gran importancia, además, la imagen del Cristo de la Primera Junta de gobierno, o también llamado Cristo del Cabildo. Ante esta figura de madera policromada se depositaron flores y unas ramas de olivo como signo de amor, paz y esperanza.
Finalmente, el coro del Arzobispado de Santiago, dirigido por su director Danilo Rodríguez, entonó el canto del Te Deum, plegaria que significa “A Ti Dios”, siendo un momento culmine dentro de la ceremonia litúrgica. Para luego dar paso al canto del Himno Nacional.