Por Marcelo Jélvez Cárdenas, Candidato a alcalde por la Comuna de Río Ibáñez.
Hace unos días nos enteramos de una polémica que empaña las tradiciones republicanas que se realizan habitualmente en la comuna de Río Ibáñez. Por determinación de la Delegación Presidencial Provincial y el Servicio Local de Educación Pública (SLEP), el acto cívico en conmemoración de nuestro Aniversario Patrio no contaría con la participación de los establecimientos educacionales, ya que el miércoles 11 de septiembre fue considerado una "fecha controversial", según argumentaron.
Habiendo pasado mi infancia, adolescencia y adultez en el territorio, puedo asegurar fehacientemente que nunca se suspendieron actividades programadas para un Aniversario Patrio, independientemente del día de septiembre en que se llevaran a cabo. No importaba el viento, la lluvia o la nieve, la comunidad siempre estuvo presente. Tradicionalmente, los actos cívicos se realizan los días hábiles previos a la semana de feriado que tienen los establecimientos educacionales. ¿Por qué? Para que dichas instituciones puedan participar y aprovechar la actividad como parte de su formación curricular.
Este 2024, las actividades previstas para el interior de la comuna de Río Ibáñez se agendaron para el miércoles 11 de septiembre en Bahía Murta y Puerto Tranquilo, y para el jueves 12 de septiembre en Villa Cerro Castillo y Puerto Ingeniero Ibáñez.
Algunos sectores han atribuido una "carga política" a esta fecha, buscando generar divisiones que sólo favorecen sus propios intereses, especialmente en un año electoral. Reactivan, así, todos los conflictos derivados de lo sucedido en 1973. Sin embargo, esta vez, en pleno Siglo XXI, el SLEP intervino de manera tajante en la actividad programada para el miércoles 11, prohibiendo la participación de los establecimientos educacionales, sin considerar la opinión de las comunidades locales, clubes de rodeo, grupos folclóricos, agrupaciones de adultos mayores, brigadas de Bomberos, asociaciones de turismo y la ciudadanía organizada en general. Este hecho atenta contra las tradiciones y la libertad de expresión en Río Ibáñez, todo en el primer año de gestión del SLEP.
¿Es deber del nuevo sostenedor de los establecimientos de educación respetar a las comunidades educativas? Sin duda alguna. Hoy, los apoderados han buscado apoyo para garantizar que se respeten las tradiciones y que ningún organismo público interfiera en la libertad educativa. El SLEP debe mejorar su vinculación con las comunidades y, sobre todo, no tomar parte en polémicas artificiales que tienen un trasfondo político en tiempos de campaña. Es doloroso ver cómo ciertos dirigentes buscan boicotear una actividad tradicional para obtener algún tipo de capital político.
Lo ocurrido en las comunidades de Puerto Tranquilo y Bahía Murta es un precedente preocupante para la libertad educativa y para los proyectos curriculares de los establecimientos, independientemente del gobierno de turno.