Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

SAG Aysén inició instalación de trampas para monitorear plagas frutales

El Servicio Agrícola y Ganadero, realizó instalación de trampas para el monitoreo de la polilla del racimo de la vid, “Lobesia botrana”, en las comunas de Coyhaique, Chile Chico y Puerto Aysén.

“Esta instalación de trampas para vigilancia sanitaria, se realiza todos los años, en el marco del Programa de Control Oficial de Lobesia botrana, que tiene como objetivo la detección oportuna para realizar la erradicación o contención de la plaga” indicó Valeria Carrasco Sáez, directora regional (s) del SAG.

“A fines del año 2021 se detectó presencia de la plaga en el radio urbano de la ciudad de Coyhaique, oportunidad donde se instalaron como medida de control 27.500 difusores de confusión sexual, para evitar la propagación de la plaga, la cual dio resultado positivo ya que no se han detectado nuevos ejemplares del insecto. En este momento a nivel regional hay 123 trampas en lugares de alta probabilidad de ingreso de la plaga, con el objetivo de mantener monitoreo constante” indicó Milixsa González Aravena, Profesional Sectorial Agrícola.

Polilla del racimo de la vid

La polilla del racimo de la vid es originaria de Europa, que daña preferentemente a la especie vid y su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una descomposición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas y parronales, existen otros frutales como cerezos, frambuesos y arándanos que se ven afectados.

El sistema de trampeo que se utiliza para este monitoreo consiste en la instalación de trampas tipo delta con feromonas sexuales sintéticas idénticas a las producidas por las hembras del insecto, para la atracción de ejemplares machos. Esta detección temprana permite aplicar las medidas fitosanitarias de manera oportuna.

“Es importante señalar que estos dispositivos (emisores) no presentan riesgos para la salud de personas y animales domésticos, no produce efectos secundarios negativos debido a su especificidad, sensibilidad y nula toxicidad, no contamina el medio ambiente, no deja residuos en la fruta, por lo tanto, es una herramienta de control absolutamente inocua para la comunidad” indicó Valeria Carrasco

Finalmente, desde la seremi de agricultura, se realiza un llamado a la comunidad que cuide y no destruyan las trampas instaladas para monitoreo, ya que cumplen un rol fundamental en la protección de frutales y permite mantener el estatus sanitario de la región de Aysén.